Biodiversidad y sostenibilidad empresarial: un enfoque integrado

las empresas tendrán que evaluar la biodiversidad para identificar áreas de alto valor afectadas, poner en relieve el principal impacto de la operación en dichas áreas e integrar la biodiversidad en la estrategia empresarial.  

La biodiversidad o diversidad biológica se refiere a la variedad de especies que se encuentran en el planeta, incluidos los ecosistemas y los complejos ecológicos que constituyen. Asociado a la biodiversidad, se encuentran los ecosistemas, un complejo dinámico de comunidades que conforman el medio biótico, ocupan un área determinada e interactúan de diferentes formas con el entorno.  

En el marco de la sostenibilidad empresarial, la biodiversidad se ha constituido como uno de los aspectos claves a tener en cuenta en el desarrollo social, económico y ambiental de las empresas, suponiendo la creación de nuevas regulaciones y normativas que, de manera voluntaria u obligatoria, incitan a las organizaciones a identificar, evaluar y gestionar los impactos ambientales sobre el entorno en el que operan y, a presentar reportes de sostenibilidad con políticas enfocadas a promover y mantener los impactos positivos y a mitigar y prevenir los impactos negativos sobre la biodiversidad.

¿Cómo influyen las empresas en la protección y conservación de la Biodiversidad?  

Desde el punto de vista empresarial, el papel de las empresas para abordar este reto colectivo consiste en la toma de conciencia de aquellas actividades que pueden impactar, positiva o negativamente, a la biodiversidad y los ecosistemas e integrar la toma de conciencia ambiental en las decisiones empresariales.  

También, es importante conocer la importancia de mantener un equilibrio ecosistémico y su relación con los servicios ecosistémicos de los cuales se obtienen muchos beneficios económicos para las organizaciones.  

 La mitigación, minimización y prevención de impactos negativos que alteran el equilibrio ecosistémico se puede promover a través de acciones como:  

 
  • Evaluación de la biodiversidad en la fase previa a la operación  

  • Protección de hábitats críticos  

  • Promover la restauración de zonas afectadas  

  • Reducir la producción de residuos, consumo de materias primas y/o aplicar prácticas sostenibles de gestión.   

 

Entre otros. 

En este sentido, en aras de cumplir con el marco normativo y contribuir al desarrollo sostenible, la revisión de los modelos de negocio, gestión empresarial y la aplicación de estrategias más sostenibles también contribuirán a la vinculación de las empresas con la conservación y protección de la biodiversidad.  

Nueva Directiva Europea CSRD: Un paso clave para la protección de la Biodiversidad en las empresas  

Las empresas juegan un papel clave en la construcción de una economía y una sociedad sostenibles. La nueva Directiva Europea de Responsabilidad Social Corporativa (CSRD en inglés), refuerza el alcance de información social y medioambiental de las empresas, fomentando actuaciones responsables y sostenibles a lo largo de las diferentes etapas de sus cadenas de suministro y modelos de negocio.  

 

La Directiva CSRD, exige a las empresas que cumplen los criterios de aplicación, la publicación de informes de sostenibilidad fiables, fáciles de comparar, disponibles para los stakeholders y que incluyan información detallada y transparente sobre los impactos, estrategia y prácticas de sostenibilidad. Bajo esta normativa, las empresas tendrán que reportar, no solo los efectos de sus actividades en el ámbito social, económico y ambiental (ESG), sino también cómo los riesgos y oportunidades asociados a estas cuestiones pueden afectar a la empresa (doble materialidad).  

 

Es importante destacar que, para la elaboración de los informes de sostenibilidad, se les pide a las empresas divulgar su información con base en los requisitos establecidos en los European Sustainability Reporting Standars (ESRS). Dentro del área ambiental de los ESRS, se encuentra los ESRS 4 de Biodiversidad y Ecosistemas, que permite a las empresas comprender sus impactos sobre la biodiversidad para poder alinear su modelo de negocio y sus operaciones con su protección.  

 

Según los ESRS 4, las empresas tendrán que evaluar la biodiversidad para identificar áreas de alto valor afectadas, poner en relieve el principal impacto de la operación en dichas áreas e integrar la biodiversidad en la estrategia empresarial.  

 

También, establece requisitos de divulgación enfocados a la presentación de los objetivos y acciones en materia de biodiversidad y ecosistemas, desarrollo de políticas para gestionar los impactos materiales, riesgos y oportunidades relacionados con la biodiversidad y los ecosistemas, así como el compromiso de la dirección empresarial y los posibles efectos financieros asociados a los riesgos y oportunidades identificados.  

 

En definitiva, todo ello ha llevado a que exista una creciente inquietud por parte de las empresas y stakeholders en cuanto a la conservación y protección de la biodiversidad, siendo este un nuevo reto en materia de sostenibilidad que precisa la toma de conciencia y de medidas que logren minimizar el impacto negativo de las organizaciones en los entornos en los que operan.  


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